El astro de 37 años empezó el partido contra Suiza por los octavos de final en el banco de suplentes y generó el desconcierto de los más de 80 mil espectadores que fueron a verlo al estadio Lusail. Corearon su nombre y pidieron su ingreso, pero su reemplazante igualmente convirtió 3 goles para el 6-1 de Portugal.