El conflicto tras la invasión rusa y las sanciones económicas impuestas por occidente generó consecuencias en el valor que rige el barril de crudo en todo el mundo, que se ubicó en los US$ 4,173 el galón y propicia un aumento de 55 centavos de dólar más para los usuarios. Es el precio más alto desde que comenzaron los registros, en 1990.