Se trata de Rosario Márquez, quien compartió con Dalmasso la última cena que mantuvieron varias amigas la noche del 24 de noviembre de 2006, y declaró, que la noche previa al crimen, circulaba un rumor acerca de un supuesto romance entre la víctima y el abogado Rafael Magnasco, entonces asesor de la secretaría de Seguridad provincial.